Tomás

Por Óscar Dávila Jara (Moralito)

Sigo agarrado a la reja de la ventana, asomándome para ver los cerros que se empalman unos arriba de otros, como queriendo subirse al cielo. Estoy esperando que vengan por mí para llevarme un rato a las bancas del jardín, desde donde se ven las torres de la iglesia con sus campanas que nada más lloran. Todos los domingos vienen por mí. Entre semana me la paso en esté cuarto, haciendo chiquihuites con carrizo tierno que me traen del río. Hoy vienen a recoger los que he tejido y a llevarme al jardín. Sigue leyendo

La huida

Por Óscar Dávila Jara (Moralito)

Pedro iba empapado de sudor, trepando por el peñasco, escondiéndose de los rurales que lo perseguían y que eran reteligeritos para jalarle al gatillo, tronando sus máuseres, haciendo que las balas pasaran sobre su cabeza zumbando como moscardones. Las manos y los pies le sangraban de tanto raspón que se hacía, pero Pedro, liviano como si fuera venado, brincaba de una piedra a otra, encorvado para no hacer blanco, luego se arrastraba igual que lagartija, pegado a la tierra, respirando polvo. Sigue leyendo