El sueño del puñal

Por Carlos Pinto Nuñez

Hay muchas formas de morir, Nazario lo hacía en silencio, sin quejarse; oyó campanadas muy lejos, aunque estaba tendido en el atrio de la iglesia, justo debajo del naranjo, oliendo el azahar y su sangre. Volvió a oír el tañir más lejano y entendió que se despedía de la vida. Sintió una punzada en la espalda; la herida se enfriaba y el puñal seguía clavado en la carne cortada; lleno de sangre, tranquilo, cumpliendo su objetivo infame, o tal vez infame, porque al fin y al cabo ese es el destino de los puñales y tarde o temprano lo cumplen y no pocos lo repiten. Los puñales son inmortales y algo irremediable, algunos son cobardes, ¿ o los hombres son los cobardes? Se  sueñan de rojo y el sueño lo recogen de los hombres, y estos sueñan sangre y otras cosas, pero los puñales sólo sueñan rojo porque los hombres cuando los sueñan, los sueñan ensangrentados. Nazario nunca soñó puñales, él soñaba su tierra y su mujer, por eso, para el que tenía clavado en la espalda, fue sencillo cumplir su destino y para el hombre, realizar su cobardía. Sigue leyendo

La construcción del futuro

Por Óscar Dávila Jara (Moralito)

Cuando por el acercamiento del sol, se incrementó la temperatura de la tierra y se inició el deshielo de los polos, los hombres de ciencia de todo el mundo se reunieron a estudiar las posibilidades de supervivencia de la humanidad. Las bases del estudio consideraban preservar la vida humana en ciudades acuáticas y con filtros solares artificiales. A partir de esto, se inició la gran cruzada de construir ciudades y espacios de desarrollo que permitieran mantener la vida de hombres, animales y plantas. Sigue leyendo